sábado, 15 de octubre de 2011

Puñetazos al tejado...

Ha vuelto a pasar, y callas como siempre...Y llegas a casa porque todo lo que tenía que pasar ya ha pasado,y rompes a llorar; pero no sueltas ni una sola lágrima, no, tú prefieres seguir aguantando mientras hay algo que golpea incesantemente tu cabeza, mientras alguien dentro de ti no para de llorar intentando ser feliz.
Y fumas un cigarrillo tras otro intentando que todo se pase, esperando que el sueño te asalte por si esta vez al despertar te sientes mejor; aunque estés casi seguro de que eso no pasará... Sabes que despertarás en la misma cama de siempre, con los mismos ojos, las mismas manos....
La echas de menos, echas de menos sus caderas, el cómo las mueve; sus besos, cómo su lengua se enredaba con la tuya. ¿con la de quién se mezclara esta noche?; sus miradas, que hacían que tus piernas temblasen... Era ella y la perdiste, la perdiste por tu manía de ser simpático y sus celos, por tus noches en vela y las de ella de fiesta... No importa cuál de los dos influyese más en la separación de ambos cuerpos, corazones, pieles...
Los dos, que siempre estuvisteis tan unidos, que parecía que vuestro amor no iba a terminarse nunca...
Lo siento, siento que te sientas vacío sin ella, siento que ella se haya quedado tu sonrisa porque era maravillosa, que tú le hayas robado el brillo de sus ojos, que los dos os hayáis negado el derecho de amaros cada día...Siento que viváis dando puñetazos al tejado por haber decidido separaros, y que los dos tengáis demasiado orgullo para giraros y correr a abrazaros. 

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...