sábado, 28 de diciembre de 2013

Ya no llegan.

Las palabras de Oriane empezaron a quedarse dentro porque ya no tenía sentido hablar, ese momento en el que decidió que no importa nada de lo que diga. Mentira. Aun le importa, va a seguir siendo la misma persona que conoció (aunque realmente ha cambiado mucho), Su sonrisa sigue haciendo que el mundo de Oriane se pare, sus abrazos continúan reconfortándola.
Esas palabras ya no se entregan, salen sin fuerza y caen al suelo. No tienen valor para llegar hasta él, ni siquiera tienen el peso suficiente para hacerla llorar si no las dice.
Y ahora que solo somos personas que se ven de vez en cuando en un bar, ahora que no quiero volver solo digo que yo jamás te olvidaré.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Ceniza y chicle de menta.

Después de las miradas, de las caricias y de saciar las ansías que sentían el uno por el otro, él se encendió un cigarrillo y ella se metió en la boca un chicle de menta.

-Ahora entiendo porqué la menta siempre me recuerda a ti.
-A mí sigue dándome asco el sabor a ceniza...

Él sonrió mientras se vestía, mirando como ella se recostaba, aún desnuda sobre aquella roca. Oriane tenía los brazos abiertos y las piernas cruzadas.

-¿Por qué me miras así?
-Me gusta mirarte, hace que me de cuenta de que es verdad. Así, aunque no lo sea, podré recordar cada detalle.

Él se tumbo a su lado, abrazándola. Ella aprovechó para acariciar su espalda, hasta que de pronto se dio cuenta de que o se deshacía de aquel momento dulce o dejaría de poder controlar lo que siente. Hasta ese momento ella solamente se había dejado llevar, y le encantaba que él hubiese ido a tumbarse junto a ella... Sabía que no estaba bien, que en la cabeza de ambos aquello tendría repercusiones...

-Creo que deberías irte- Dijo Oriane mientras dejaba que su brazo cayese de nuevo sobre la roca. Él la miró extrañado, sabía que algo había cruzado su mente tiñendo de gris aquel paisaje de colores cálidos.
Se marchó, sin poner queja, sin ni siquiera besarla. Ella se quedó allí, sonriendo de una forma distinta. Tranquila por fuera y sintiéndose flotar. 

martes, 10 de diciembre de 2013

Cosa extraña.

"Que sus pestañas sigan acariciando mis labios", pensó y, con esa sonrisa que solo le sacaba pensar en Aleixo, lanzó la moneda a aquella fuente que una vez Sam le enseñó.
Había llegado a ese lugar sin darse cuenta, y se había sentado a mirar como el agua caía cuando ese deseo vino a su mente. Vino, aunque siempre había estado ahí; desde que ella era pequeña. Vino, porque una vez dio por perdido todo aquel apetito que sentía al ver aquella piel blanca y suave. Esa piel que en contacto con la de Oriane dejaba de ser tan fría, y esa boca que cada vez sonreía con mayor facilidad. Todo eso que había ansiado poseer durante años sin perder la fe, todo eso que al empezar a tener la asustó y la hizo huir a unos brazos que no la abrazaban de verdad.
 "Que sus pestañas sigan acariciando mis labios, porque mi voz seguirá acariciando su nombre"

lunes, 2 de diciembre de 2013

Palabras nunca dichas.

A veces me siento frente al espejo, en silencio, pensando que he malgastado mucho tiempo esperando oír cierta sucesión de palabras a la vez que trataba de deshacerme de todo mi ser emocional -cosa que jamás conseguí-. Realmente el único tiempo malgastado ha sido en el que he intentado no sentir, tratar de controlar los latidos de mi corazón y el color de mis mejillas, porque aunque nunca lo haya escuchado sí que lo he visto, sí que lo he sentido. Porque es cierto eso de que "hay cosas que se dicen con pensarlas solamente"

¿Y cuando lo escuche, qué pasará? ¿Y si no lo llego a escuchar nunca?

Sé que un día lo escucharé. Tal vez cuando ocurra ya no me importe demasiado, aún así me pararé, respiraré y sonreiré. Quizá me quede, quizá no...

Y es, que sé, que hay personas a las que les cuesta hablar ignorando que hay silencios en los que los ojos gritan... Aunque yo me muera por escucharlo de verdad, que se vayan los miedos y que alguien, en medio del barullo, me lo susurre al oído.


viernes, 29 de noviembre de 2013

Quién sabe qué.

Realmente Aleixo no lo merece, no merece ni una palabra de Oriane. Ni siquiera una mirada o poder oler su perfume.
Pero para ella era casi una costumbre, un rito anual. Debía caer y volver a escribirle, aunque cada año era un poco más fría y lejano...
             
            "No lo leerás, como siempre. Hace demasiado tiempo que me dedico a escribir a una persona que cada vez estoy menos segura de conocer. 
             No puedo negar mi deseo de mirarte y volver a ver lo que veía hace ya tantos años, que me mires y no me mires como me miran todos los demás. Me encantaría que me mirases como antes. Pero he perdido toda esperanza de que eso ocurra, sé que ya de mi has tenido todo lo que podías desear, en secreto. Como siempre, como todos."

Oriane cerró su cuaderno, dejó el bolígrafo encima y sintió que ese último punto era mucho más que un mero signo de puntuación. Había tomado una decisión, después de tres largos años reflexionando sobre ello, hoy, después de tanta miscelánea de emociones, con más determinación que nunca guardó aquella bolsita blanca en su bolso por si se llegaran a cruzar.

martes, 26 de noviembre de 2013

Náyade.

Cansado de tanto andar el peregrino se acercó al sonido de aquella catarata, sin esperar encontrar allí a una de las hijas del titán Océano. No esperaba encontrar en aquella odisea que vivía una mujer tan bella.
Se adentró en las aguas del manantial, y comenzó a nadar hacia la cortina de agua que había al final. Al acercarse la preciosa Nomia descubrió su presencia el joven comenzó a sentir que enloquecía. Su mente no estaba capacitada para procesar semejante belleza, sus manos deseaban deslizarse por una piel que se le mostraba exquisita, se le antojaba enredar el frágil cuerpo de la náyade con sus brazos cansados. Pero ella se zambulló en el agua cristalina y Ganimedes nunca volvió a verla.
Al llegar al pueblo más cercano preguntó por ella mas no obtuvo respuesta alguna, nada más que encontró miradas recelosas que parecían juzgar su entendimiento. Al entender que nadie le hablaría de Nomia, pues nadie la había visto jamás, se dedicó a pintar cuadros en los que podía verse a la náyade, la mujer más hermosa que nunca había existido. Pasaron los meses y murió solo, rodeado de cuadros que dejaban en el mundo la huella de su locura.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Volvió el frío.

Me enamoré de unos ojos tristes, y los deseé tanto que los míos se tornaron grises. Quise formar parte de su pestañeo, y lo hice. Fui un guiño de sus ojos, pero cuando sus pestañas volvieron a levantarse la pupila ya no se fijaba en mi, Dejé de estar presente.

A vuelto el frío, y mi piel cada invierno se vuelve más agua y mi corazón más roca.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Ligeia

Fotografía de Antonio Camoyán


Como si fuera un espejismo, o una divinidad la vi sentada en una roca al sol de un noviembre que no parecía rozarle la piel. Y observando la dureza de las piedras a su alrededor, parecía que una lágrima quisiere pasear por sus mejillas, como el río que bajaba a su espalda, y turbar aquel rostro sereno y nostálgico.

El frágil cuerpo de mujer quería confundirse con el paisaje, fundirse con las rocas que la recogían y abrazaban como el vientre materno. Estaba tan solemne allí postrada ante la belleza de la naturaleza que un día nos regaló la vida a todos, agradeciéndole el milagro de haber hallado un lugar a donde ella se sentía pertenecer.

Era una sirena muda, era Ligeia privada de su melodía. Una mujer hermosa, apasionada e intelectual de pelo negro y ojos oscuros esperando la muerte de Lady Rowena.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Motivos.

Por la simple razón de que su pelo vuela y a ella no le importa que todo el mundo pueda percibir su olor a frambuesa, y mucho menos despeinarse. Va a seguir sintiéndose bonita, porque sabe que lo es. 
Su sonrisa, que colorea del color que le apetece o la deja natural. Esa sonrisa que sabe buenas noches. También me gusta como abraza, es como si estuviese entregándote la vida. Sus abrazos que hacen que olvides que estás en un mundo que finge ser feliz mientras el hombre destruye al hombre. 
Porque se tira en el campo a jugar con su perro, aunque se llene de barro, y se ríe a carcajadas de las miradas curiosas que no la comprenden. Nunca le ha importado que nadie la entienda, es su forma de disfrutar la vida, con sus gritos y lágrimas cuando le entra el miedo a que alguien a quien quiera no sea capaz de ver que no está loca. O que sí lo está, pero de otra forma. 

jueves, 26 de septiembre de 2013

Misiva.

"¿Sabes? Me has pedido perdón por todo menos por lo que me ha dolido siempre, y aún hoy me sigue doliendo: que no me eches de menos. No lo hiciste cuando fuimos novios, ni amigos, tampoco cuando éramos amantes, ni siquiera ahora que no somos nada. Por no ser no somos ni desconocidos, aunque una parte de cada uno de nosotros lo desee. Deseamos que todo eso se borrara y ser sólo dos personas que un día coincidieron en casa de una amiga, pero somos tan egoístas y orgullosos que no vamos a permitir que el otro nos olvide.
Tal vez tú nunca te sinceres conmigo y así yo pueda de una vez entenderlo todo, pero me siento tan mal cuando no puedo alegrarme por ti, ni llorar porque me duelas, que necesito escribir una y otra vez que aunque yo ya no te busque para abrazarte mis latidos, a ratos, gritan tu nombre.
Un día nos veremos -espero-, porque es casi imposible que no volvamos a coincidir más -aunque basta que lo diga para no cruzarte en la calle-, y no sé si llegaremos a decir "hola", pero tengo por seguro que, pase lo que pase, yo querré que me abraces.
Un beso infinito,

                          Oriane."

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Ea.

Yo lo que quería era escribirte una canción que contara que todavía algún latido se acuerda de ti, realmente es así. Te recuerdo y te extraño, aunque mis letras te extrañen más que yo misma.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Oriane...

-¿Qué te pasa?
-Era Oriane, la de ahí atrás...
-¿Y qué? Creí que ya estaba olvidada.
-Y lo está, pero es... Ella es distinta. Es la persona más humana que he conocido,a veces creo que es a la única persona que realmente he conocido en toda mi vida. Ríe si es feliz, llora cuando ya no cabe más dolor en sus ojos y siempre, siempre, sonríe. Creo que por eso me enamoré de ella... He visto como se guardaba mil lágrimas solo para que yo no callase lo que necesitaba decir por mucho que eso la hiriese, pero, del mismo modo, el día que más necesitaba que se mantuviese entera pude observar como se derrumbaba como si fuese un precipicio. Y ojalá nunca la veas así porque, ¡joder!, te destroza; te destroza sentir que ese corazón de eterna sonrisa ha sido demolido solo porque no has sabido cuidarlo, porque tú has roto su base. Verla y no ser nada o, peor aún, que ella se obligue a fingir que no has pasado por su lado. Que ya no te mire como antes, y que nunca lo hará. Saber que podemos hablar pero que todo es frío, y cada conversación en realidad solo la aleja más de mi. Oriane es... Oriane...

sábado, 7 de septiembre de 2013

Flujo de consciencia.

Ojalá fuésemos capaz de vernos y yo tuviese el coraje de decirte todo esto a la cara, porque necesito decirlo para de una vez creerme que voy a hacerlo. Hay cosas que hay que decir para empezar a sentirlas ciertas.
Bueno, yo... Te quiero, y eso lo sabes. Te quiero muchísimo, pero no puedo seguir con esto y por mucho que lo intente siempre voy a tener ganas de besarte, y de que me abraces y sentir que el mundo me deja respirar.  Y sé que eso no va a volver a pasar, porque ya siempre estoy enfadada contigo, porque ya todo me molesta y el dolor se desbordó nuevamente. No me enfado porque no me quieras, o no me hayas querido, mi rabia constante hacia ti es porque me has decepcionado, mucho. Me has demostrado que no eres lo que yo creía que eras como persona.
Siempre estaré aquí, del mismo modo que lo harás tú. Seguiremos con esto de hablarnos solo lo justo para que yo no consiga olvidarte y tú consigas recordarme de vez en cuando.
Y sé que habrá momentos en los que yo te necesite solo a ti, que habrá otros en los que yo quiera que estés solo por todo lo que has sido, y lo que eres. Y sinceramente creo que al menos te dignarás a estar en algo tan importante para mi como lo que se avecina.
...
Hay muchas cosas, tantas que no se cómo escribir pero que si estuviese frente a ti podrías entender...

Que te espero, cuando tú estés dispuesto yo trataré de estar preparada.

sábado, 24 de agosto de 2013

C'est finí

"Siempre me preguntaré porqué apareciste en mi vida, y tal vez durante muchos años continúe arrepintiéndome de haberte dejado entrar en ella. Y es que hoy por fin me decido a dejarte marchar, a irme y no permitir volver a dejarte pasar porque antes de ti todo era muy diferente, nunca antes me había sentido tan derrotada. Felicidades, Sam, has matado algo tan maravilloso como es una sonrisa. Y es que ya ni siquiera me apetece sonreír para fingir que  soy fuerte, ya no... Ahora no me importa lo que pienses, ni que veas mis lágrimas, incluso puedes reírte de ellas si te apetece, al fin y al cabo, yo no voy a volver a verte."

Oriane había empezado a escribir demasiadas cartas de despedidas y al final siempre decidía que lo mejor era marcharse sin más. Esta vez estaba más convencida que nunca, y al parecer no era la única. Lo único que podía esperar era que él no se arrepintiese y un día, sin motivo alguno, volviese a llamarla y decirle lo que decía cada vez que sentía que la perdía. Esta vez no, por favor, déjala continuar y no vuelvas a tirarla al suelo como si fuese  una cáscara de pipa.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Solo son palabras.

Hace algún tiempo que la sonrisa de Oriane dejó de tener como acompañante unos ojos brillantes, ahora solo tiene una sonrisa artificial. ¿Dónde se marchó toda aquella luz? Sam. La destruyó, la borró y, aún así, se atreve a juzgarla por "no sonreír como antes". Él, que nunca verá que antes Oriane tampoco lloraba como lo hace ahora, que no necesitaba ahogar sus lágrimas, que gritaba sin problema y ahora todo eso se queda dentro. Que ya no le importa si ella no te importa a ti, o al menos eso es lo que quiere que creas. 
Mientras Sam piensa que ella es fuerte, Oriane llora por saber que le importa lo mismo que le importó siempre; que ella lo quiere y que él solo la buscará cuando esté decidida a olvidarse de todo lo que su corazón dice cada segundo.

sábado, 22 de junio de 2013

Cuando te enamores de ella, díselo.

Cuando todo aquello empezó ella era bonita, tenía el pelo largo y sonreía de verdad. Era feliz y disfrutaba de los abrazos. Él, sigue igual. Seguro de sí mismo, seguro de tenerla...
Ori se enamoró poco a poco, con cada beso, con las palabras que la hacían sonrojar... Dio su corazón y aún no lo ha recobrado del todo.
Y Sam, Sam "siempre serás tú"

sábado, 1 de junio de 2013

Tormenta.

Una vez más, sin darse cuenta, estaba escribiéndole a alguien que hacía mucho tiempo que no la leía. Volvía a doblar aquel folio lleno de letras y pasiones, y guardándolo en aquel cajón se tumbó en la cama sintiéndose estúpida. 
A pesar de su necio deseo que con tanta ímpetu defendía no podía hacer más que resignarse a que sus palabras ya no pintaban aquel paisaje de colores, que su abrazo ya no servía para que se sintiese mejor. Y con más determinación de la que solía tener en las cosas que hacía se puso su vestido de florecitas y sus tacones marrones, lo mismo que llevaba el día que su corazón entendió cuán poca importancia tenía para las manos que lo dejaron caer, y salió de casa sin saber a dónde iba. Y sin saber cómo ni porqué estaba en aquella playa, sentada mirando las olas llegar a mojarle los pies y dejando que el mar se mudase a sus ojos permitió a la lluvia caer sobre su pelo.
Recordó la última despedida, y tranquilizando su pecho, que no paraba de gritar un nombre que había de salir de su interior como si así los recuerdos se los llevase el mar hacía la otra orilla, secó todo aquello el sol... Hasta la próxima tormenta.

viernes, 24 de mayo de 2013

He dicho

"Cuando uno escribe, escribe siempre sus restos. La ruina más pobre de lo que uno es", leí en alguna parte. Lo siento, yo no estoy de acuerdo. Cuando escribimos mostramos mucho más que nuestras ruinas. Enseñamos nuestros deseos, nuestra realidad, y dejamos al descubierto nuestro alma.

Y Sam ya no forma parte de Oriane, ya no le duele... Se rindió al descubrir que no le importaba como persona, que le daban igual sus lágrimas y la confianza que ella depositaba en él.

Se dio cuenta de que él ya no le hacia sentir igual, ni siquiera cuando quedaban para echar un polvo... Y para rematarlo aquella respuesta de "hablamos de sexo" hizo que el poco amor que le quedaba en el corazón se esfumara.
Y sabe que siempre que escuche alguna canción de aquel grupo se acordará de él, que sonreirá al verte y que Sam siempre tendrá un abrazo guardado en ella. Pero ahora dependía de él que ella no desapareciera, que demostrase de verdad que no quiere que lo deje solo... No lo hará... Sam siempre pudo sustituirla sin problemas, librándose así de que ella le contase sus problemas, de que, a pesar de todo, ella aún confiara en él.

Sam tomará todo aquello como otro berrinche tonto de Oriane, y creerá que ella no podrá vivir sin él pero en la cabeza de ella se repite una frase de una de esas canciones del grupo que cantaba su canción...


¿Qué hará Sam, permitirá el final?



viernes, 12 de abril de 2013

A Oriane.

Puede que haya permitido que te hicieran demasiado daño, que te destrozaran y ahora andas por la vida sin polvo en tus pequeñas alas. Tal vez te hice llorar, pero la intención era volverte fuerte aunque ahora entiendo que solo te hice más frágil de lo que realmente eres.
Mi pequeña mariposa, espero que tu corazón pueda recomponerse y que no necesite a nadie que lo mime. Eres fuerte, pero dejas que personas estúpidas te derrumbe. Que a veces piensas "felicidades, aún logras hacerme llorar".
Sabes que siempre podrás doblegar mi voluntad a tus deseos, porque sin ti no puedo vivir, que eres mi esencia... Que si te hago llorar es para que no creas las mentiras que yo creí a lo largo de mi vida, que nadie juegue contigo porque vales mucho más que yo misma.
Del mismo modo que todo el mundo me verá cuando te lea, pocos te sentirán al tocarme.

Te quiere,

Mamá.

domingo, 31 de marzo de 2013

Lucha de Titanes.


Ninguno de los dos iba a admitir nunca lo que ocurría en su interior cuando aquellos ojos se encontraban, las sonrisas, el fruncir el ceño… Todo aquello era por algo, era una mera manera de conseguir seducir al oponente.
Y al final siempre terminaban cuerpo a cuerpo, la fuerza psíquica y la fuerza física, el poder del deseo que inoculaba la pequeña y dura titánide en su oponente que siempre la dejaría jadeando. Cansada y satisfecha.
El titán, fuerte y frágil ante aquella mirada, la aplastaba con su imponente cuerpo agarrándola por el cuello como si quisiera asfixiarla mientras ella lo miraba a los ojos con rostro iracundo, repitiendose a sí misma que esa guerra tenía que ganarla. O empatarla. Tenía que ser una guerra en la que, aunque ella fuese sometida, no se sintiese humillada. Era entonces, cuando con un impulso de sus caderas, conseguía estar sobre aquel titán de musculos ejercitados, desgarrandole la piel con las uñas, y él a dentelladas contra su pecho amazónico.
Y piel contra piel el sudor se mezclaba, la tierra del campo se pegaba a sus cuerpos pero no importaba, seguían luchando. Ella gritaba y él tornaba los ojos en blanco; la batalla había terminado, pero no la guerra. Entonces mientras la titánide recobraba fuerzas tumbada en la tierra el titán se alejaba, hasta la próxima lucha.


jueves, 21 de marzo de 2013

Cuentos de princesas.

Dejarse fluir, poner en toda palabra cada sentimiento, que se mezclen y se confundan. Que te confundan. Ser la princesa recompensa del cuento, o ser solo una más de tantas que gusta de comer perdices, eso dejó de importar y ahora se comen aquellas aves jugando a hacerla creer que es como Dulcinea, o que llegarían a trepar por su pelo para poder estar con ella. 
Y si ahora te apetece, lamento decirte que esta Rapunzel se cortó el pelo, que Cenicienta despertó sin beso alguno, y Bella no permitió que ninguna Bestia la encerrara. Aprendió que si quiere comerse una perdiz hay miles de principitos, pero a la hora de morir por el amor de la dama todos los pretendientes que la esperan bajo el balcón huyen despavoridos.
Y claro, es que es muy fácil conseguir llevar al banquete a una princesa que usa minifaldas y que no teme al poder real del matrimonio, a la ideología machista de que la mujer tiene que casarse y ser recatada. La princesa de esta historia puede pelear en defensa de su honor, que, seguramente, escribirá versos a la luna por el amor de algún campesino y su amor sincero al que cortejará sin miedo. Es una pequeña Blancanieves que no se perdió en el bosque si no que fue allí en busca de su espíritu debilitado.
Es un princesa que, como Garcilaso en su égloga III, se automitificará.

sábado, 16 de marzo de 2013

Sit down

Sentarme en la cama, a mirar una pared donde algún día pondré una frase que no me canse de leer cada mañana, o en cada momento de stand by, esa frase que me traiga la inspiración, o una frase que Oriane me haya susurrado al oído.
Sentarme y no pensar en nada, y a la vez pensar en todo. Dejar que las lágrimas se derramen con cuentagotas con la vana pretensión de que poco a poco todo el dolor, toda la tristeza, salga de mi cuerpecito. Todo, hasta vaciarme. O hasta llenarme.

jueves, 7 de marzo de 2013

Aguantarse las ganas.

Eso de resignarse a mirarla de lejos, de verla sonreír, de ver como vuela de un beso a otro.. Aguantarse las ganas de ir y besarla, porque qué pensaría el mundo. Lo difícil de saber que está esperando que me acerque y la salve de todos aquellos que no ven más allá de sus vestidos cortos, que todo -o casi todo- es solo para que la busque, porque ella se cansó de ser la que corra tras mi. No puedo hacer nada, tengo que quedarme aquí, en este rincón, de donde no debería haberme movido...
Puedo ver que arde, que me mira y fingir que no me importa; aunque ella siempre será importante, siempre querré cuidarla... Pero supongo que, como yo, ella ha crecido y ya no me necesita. Ella ya sabe cuidarse sola, siempre supo.
Necesito perderme, perderla un rato y aprender que sin el sonido de su risa la vida es mucho más seria. Mi necesidad de ser grande me obliga a dañarte, pero no es lo quiero, no quiero ni lastimarte ni hacerme grande, porque a tu lado eso nunca importó...

martes, 12 de febrero de 2013

(in)Flujo.

Puede que todo esto no sea más que dolor derramado en letras, transformado en palabras...
La misma que siempre buscó la soledad, vencida por su propio deseo.
Tal vez me vencieron las noches sin dormir, los días tirada en la cama...
Y el vacío se apoderó de mi existencia, me hizo no existir más allá de los abrazos... Cuando los tengo...
¿Y los ojos, dónde están aquellos ojos alegres y bailarines? Se fueron, como se fue todo el fuego que ardía dentro de mi.
¿Cómo me siento?¿Cuándo siento?¿Qué siento?¿Cómo lo siento?
No me siento.
No me siento.
No me siento...
Supongo, que si no me siento ni bien, ni mal, ni triste, ni alegre, ni cansada, ni eufórica....Supongo que si no me siento, estoy normal.. ¿O no estoy?
Lágrimas, dolor en el pecho, ganas de gritar...
Y es culpa mía, yo eché todo lo importante, yo me fui de "hakuna matata". Era yo quien no quería que alguien me cuidara, que se preocuparan y sufrieran por ver como me deterioro, como me pierdo en una almohada...
Tal vez... Quizá...Si no me hubiese acostumbrado a guardar el dolor, a maquillarlo todo con una sonrisa, a obligar a mis ojos a congelar las lágrimas para que nadie viera como un río se desbordaba por ellos... Si hubiera gritado; si te hubiera gritado...

viernes, 8 de febrero de 2013

...

Aquellas risas que se quedarían siempre en la memoria de quien nunca las pudo escuchar decían mucho más de lo que ella evitaba escuchar y él pretendía decir. Esas son las risas que los hacían feliz a ambos, las únicas que podían conseguir que la mariposa de su piel paseara por el interior de cada uno haciéndoles creer que todo  podía ser bonito...
Porque ahora era cuando ella sentía de verdad que él la abrazaba, y él no veía el dolor cuando ella lo besaba... Ahora encajaban. Ahora sí, así era la pieza que completaba aquel rompecabezas.


Dale un final digno, y prometo escribirlo en mi piel.

jueves, 7 de febrero de 2013

A la saliva de mi musa.

Porque su lengua puede ser dulce y caramelizada, o puede venir con su lengua afilada para abrir heridas en mi alma débil o en el corazón más duro y frío.
Sea cómo sea vivo a la espera de que tu bífida lengua derrame letras sobre mi piel, que vengas y conviertas mis tormentosas lágrimas en hermosas palabras.
A ti, por las madrugadas en as que me dejas gritando que te necesito y por las mañanas con los ojos hinchados tras haber estado toda la noche en vela, jugando a reconstruir las frases que me entregas desordenadas. Por doblegarme ante tu llanto y temerle a tu sonrisa.
Tú, que me recuerdas que sigo viva acariciando cada cicatriz, echando sal cuando una nueva llaga abre mi piel para luego cerrarla con un beso.
Y es que si no estuvieras en mi vida tendría tanto dolor encerrado, comiéndome,  pudriendo cada esquina de mi cuerpo, cada resquicio de mi vulnerable psique.
A mi musa de fuego, Ilitia, con todo el odio que cabe en el amor que te tengo. Al dolor que tu saliva provoca a mi soledad.

miércoles, 23 de enero de 2013

Tan ella y tan fuera de sí.

Ella, siempre moviendose al compás de una canción que nunca nadie había escuchado, y nunca lo harían. Sin que el resto del mundo entendiese comprendiera porqué llevaba ese ritmo, porque su vida no seguía un camino parecido al de ninguno de los demás, un camino que jamás nadie habia andado. Ella; tan sin rumbo, tan perdida, y con unos pasos tan firmes. Tan ella y tan fuera de sí, que si alguien le preguntase no tendría respuesta para decir a dónde se dirige, qué pretende con cada mirada, qué dice con cada palabra...

viernes, 11 de enero de 2013

Gata callejera.

El juego era sencillo, bastaba con acercarse despacio en la discoteca y agarrarla por la cintura. Ella se divertía y lo que los demás pensasen al verla al entrar rodeada de chicos le importaba bien poco, sabía lo que quería y que la deseaban ¿por qué no iban a saciarse?
Le gustaba arañar la espalda mientras le gemía al oido, y así todas sabría que él había sido suyo.
Era fácil reconocerla, siempre con tacones y miniminifalfa, mirandote fijamente con sus ojos de tigresa en celo mientras anda sola por la pista. Sonrisa de media luna, y se te acerca mordiendose el labio.
Mueres por tenerla bajo tu piel, o tal vez encima; realmente lo único que te importa es entrarle, y es lo que ella quiere de ti. Volverás a casa satisfecho, con el recuerdo más caliente que tendrás nunca, y un nombre falso en tu mente.

viernes, 4 de enero de 2013

Pérdida de tiempo.

Y entre lágrimas Oriane comprendió que ya no tenía sentido seguir con ese llanto que no la llevaba a ningun abrazo; así que secó sus mejillas, se miró al espejo y contemplando sus ojos hinchados se juró ser fuerte, ganar aquella batalla.
Ahora podía ver que todo el tiempo que entregó lo había perdido, que el alma que dejó en las manos de aquel ser que ahora la miraba como si hubiese sido el peor tramo de su vida había quedado en un cubo de basura, inservible.
¿Qué podía hacer ahora, mas que esforzarse por volver a ser aquella niña de sonrisa perenne, de ojos soñadores? Ya había pasado demasiado tiempo como para seguir llorando por alguien que nunca mereció que sus labios dejasen de colorearse, que dejase de morderse el labio al escuchar algo bonito...
Ella no merecía perder, de nuevo, las ganas de sentirse querida, y es que ya le daba igual mirarse al espejo y darse asco, ya Oriane había muerto por dentro aunque una esquinita de su corazón seguía latiendo con la misma fuerza que antes lo hacía todo su cuerpo.
Y mirandose en el espejó sentenció el amor como una pérdida de tiempo, que querer ya nunca sería un proposito en su vida, que no sabía cuando estaría dispuesta a darse de nuevo como se había dado durante aquella relación.. ¿Relación?

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...