miércoles, 21 de agosto de 2013

Solo son palabras.

Hace algún tiempo que la sonrisa de Oriane dejó de tener como acompañante unos ojos brillantes, ahora solo tiene una sonrisa artificial. ¿Dónde se marchó toda aquella luz? Sam. La destruyó, la borró y, aún así, se atreve a juzgarla por "no sonreír como antes". Él, que nunca verá que antes Oriane tampoco lloraba como lo hace ahora, que no necesitaba ahogar sus lágrimas, que gritaba sin problema y ahora todo eso se queda dentro. Que ya no le importa si ella no te importa a ti, o al menos eso es lo que quiere que creas. 
Mientras Sam piensa que ella es fuerte, Oriane llora por saber que le importa lo mismo que le importó siempre; que ella lo quiere y que él solo la buscará cuando esté decidida a olvidarse de todo lo que su corazón dice cada segundo.

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