martes, 27 de marzo de 2012

Mentiras

El móvil vibró y en la pantalla aparecieron las palabras nuevo mensaje:
"Tenemos que hablar. Nos vemos a las 17 donde siempre. Un beso"
Tras leerlo su mente comenzó a funcionar, a imaginar qué era lo que pasaba << Yo "no" he hecho nada, seguro que todo está bien>>, trataba de autoconvencerse. Finalmente, comenzó a teclear:
"¿Estás bien? Allí nos vemos. Te quiero"
No obtuvo respuesta.

A las cinco se encontraron, ninguno de los dos había llegado tarde.
-¿Qué te pasa?
*Estoy cansado, nada más.
-¿Cansado? Pero si hoy no has ido a clase- Sonrió.
*De todo esto...De que me mientas.
-No te miento...No lo hago para herirte.
*Pues no lo entiendo; que tontees con otros me duele; y que me mientas, aún más.

De repente se le escapó una lágrima que él corrió a secar mientras ella volvía a arrepentirse.

-Perdóname, yo...
*Tú nada- dijo con voz triste- ¡TÚ NADA!-gritó- Hace tiempo que no soy nada...Y que tú no eres lo que quiero.- Se levantó y se fue.

Pasados unos días el móvil de ella volvía a vibrar, pero está vez no era un mensaje, sino que la llamaban. Descolgó el teléfono y una voz lastimosa dijo: "¿Ves?, yo también sé mentir.". Después solo se escucharon unos roncos pitidos que le hacían ver que su vida con aquellos ojos brillantes había acabado para siempre, porque habían dejado de existir.


Moraleja: Las mentiras pueden matar incluso el amor más fuerte y sincero.

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...