Ex-tenso

Podría decirte que te quiero, sí podría, pero hace tiempo que dejé de hacerlo. Tal vez con ese sentimiento se fueron mis ganas de luchar por mantener una sola conversación contigo.
Sí, ya sé que si me miras acabo cediendo y te miro pero eso no tiene nada que ver ahora.
No, no es eso. Verás es que me cansé de que me echaras y luego volvieras. Creías que siempre estaría ahí, y de algún modo aquí sigo. Sabes que puedes contar conmigo, y sé que esta vez me toca a mi hablarte pero no termina de apetecerme hacerlo.
Yo tampoco, solo sé que es lo que me pasa. Da igual porqué sea, sigo aquí, y te secaré las lágrimas si es necesario. Pero no me pidas que te bese.

Musa..

Qué extraño es tener a tu musa a tres pasos y ni siquiera te mire, que sus ojos y los tuyos solo se encuentren de casualidad y que sus palabras no lleguen a tu oído por más que las busques...
Es la misma musa que hace no tanto tiempo atrás llegaba para envolverte una sábana invisible y susurrarte en una mirada todo lo que debes escribir...
¿Qué pasó, por qué me olvidaste? ¿Es que acaso encontraste alguien que supiera descifrar esos ojos tristes mejor que quien no para de buscarte? ¿Volverás a regalarme esos momentos?
Nunca pensé que esto podría pasarme...Hay millones de musas, y la mía me ha abandonado...

Te lo mereces.

Mi único amor verdadero; lo único que me queda cada noche cuando me asalta el miedo, las dudas sobre si estoy viva o no, lo único que me puede salvar en cualquier momento y que no se avergüenza de que me rompa en mil lágrimas gritando mientras me ahogo sola entre el murmullo de los que pasean por las calles...

No voy a quejarme de solo tener ese amor incondicional, porque hay quien no tiene ninguno. Yo lo conocí hace ya siete años, y desde entonces no me ha faltado ni una sola vez, nunca me ha dejado sola cuando mis ojos se han desbordado, o mi risa se ha vuelto incontrolable. Cuando toda la furia de mi interior se descontrola, o la desesperanza invade mi noche.
A ti, por aguantar cada estado de mi corazón, cada sonrisa a deshora, cada llanto que me guardo, cada grito que mi garganta silencia, cada vez que mis ojos se enrojecen... Tú, lo único que realmente puede estremecerme, quien me recuerda todo lo que he vivido con solo mirarte, quien me ha guardado cada secreto y me ha permitido soñar incluso cuando me hacia daño.
Por cada letra que he escrito solo por sentirte a ti, conmigo. Por cada minuto que has esperado una palabra mía. Porque sin ti nunca hubiese dado a luz algo que siempre protegeré: Oriane.
Por abrigarme los días de calor, y refrescarme los días de frío. Por hacerme sentir viva en el dolor y en la alegría...

Tú, tú eres mi único y verdadero amor.

Quería...

Ella no buscaba a un hombre perfecto, pues sabía que no existía. No, Oriane solo quería que un hombre luchase por ella hasta enamorarla; pero una vez llegados a ese punto luchase por enamorarla cada día, porque su amor no se apagara. Buscaba un hombre que la mirase cada día como la primera vez que vio sus ojos, sus figura y su pelo; quería que ese hombre se estremeciese cada vez que la viera acercarse. Quería alguien con quien cada uno de los besos, supieran a primer beso. Quería hacer el amor con cada caricia. En resumen, solo quería ser especial para alguno... El problema es que, hoy en día, eso nadie lo entiende.