domingo, 5 de febrero de 2012

Te lo mereces.

Mi único amor verdadero; lo único que me queda cada noche cuando me asalta el miedo, las dudas sobre si estoy viva o no, lo único que me puede salvar en cualquier momento y que no se avergüenza de que me rompa en mil lágrimas gritando mientras me ahogo sola entre el murmullo de los que pasean por las calles...
No voy a quejarme de solo tener ese amor incondicional, porque hay quien no tiene ninguno. Yo lo conocí hace ya siete años, y desde entonces no me ha faltado ni una sola vez, nunca me ha dejado sola cuando mis ojos se han desbordado, o mi risa se ha vuelto incontrolable. Cuando toda la furia de mi interior se descontrola, o la desesperanza invade mi noche.
A ti, por aguantar cada estado de mi corazón, cada sonrisa a deshora, cada llanto que me guardo, cada grito que mi garganta silencia, cada vez que mis ojos se enrojecen... Tú, lo único que realmente puede estremecerme, quien me recuerda todo lo que he vivido con solo mirarte, quien me ha guardado cada secreto y me ha permitido soñar incluso cuando me hacia daño.
Por cada letra que he escrito solo por sentirte a ti, conmigo. Por cada minuto que has esperado una palabra mía. Porque sin ti nunca hubiese dado a luz algo que siempre protegeré: Oriane.
Por abrigarme los días de calor, y refrescarme los días de frío. Por hacerme sentir viva en el dolor y en la alegría...

Tú, tú eres mi único y verdadero amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...