sábado, 28 de diciembre de 2013

Ya no llegan.

Las palabras de Oriane empezaron a quedarse dentro porque ya no tenía sentido hablar, ese momento en el que decidió que no importa nada de lo que diga. Mentira. Aun le importa, va a seguir siendo la misma persona que conoció (aunque realmente ha cambiado mucho), Su sonrisa sigue haciendo que el mundo de Oriane se pare, sus abrazos continúan reconfortándola.
Esas palabras ya no se entregan, salen sin fuerza y caen al suelo. No tienen valor para llegar hasta él, ni siquiera tienen el peso suficiente para hacerla llorar si no las dice.
Y ahora que solo somos personas que se ven de vez en cuando en un bar, ahora que no quiero volver solo digo que yo jamás te olvidaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...