lunes, 2 de diciembre de 2013

Palabras nunca dichas.

A veces me siento frente al espejo, en silencio, pensando que he malgastado mucho tiempo esperando oír cierta sucesión de palabras a la vez que trataba de deshacerme de todo mi ser emocional -cosa que jamás conseguí-. Realmente el único tiempo malgastado ha sido en el que he intentado no sentir, tratar de controlar los latidos de mi corazón y el color de mis mejillas, porque aunque nunca lo haya escuchado sí que lo he visto, sí que lo he sentido. Porque es cierto eso de que "hay cosas que se dicen con pensarlas solamente"

¿Y cuando lo escuche, qué pasará? ¿Y si no lo llego a escuchar nunca?

Sé que un día lo escucharé. Tal vez cuando ocurra ya no me importe demasiado, aún así me pararé, respiraré y sonreiré. Quizá me quede, quizá no...

Y es, que sé, que hay personas a las que les cuesta hablar ignorando que hay silencios en los que los ojos gritan... Aunque yo me muera por escucharlo de verdad, que se vayan los miedos y que alguien, en medio del barullo, me lo susurre al oído.


1 comentario:

  1. ¿Todavía estas por aquí? Me alegra ver que hay gente de los de siempre que todavía siguen escribiendo.

    Grita con tus ojos, pero grita Olga, no te quedes callada, porque la vida hay que disfrutarla segundo a segundo y nunca dejar que las cosas pasen sin más. Sabes que eres mi estupenda desde siempre y realmente lo eres, solo falta que te lo creas tú.

    Seguiremos escribiéndonos. Me alegro mucho de volver a leerte.

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De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...