Me enamoré de unos ojos tristes, y los deseé tanto que los míos se tornaron grises. Quise formar parte de su pestañeo, y lo hice. Fui un guiño de sus ojos, pero cuando sus pestañas volvieron a levantarse la pupila ya no se fijaba en mi, Dejé de estar presente.
A vuelto el frío, y mi piel cada invierno se vuelve más agua y mi corazón más roca.
Volvió el invierno, y yo seguía buscando unos ojos grises. mi corazón latía pero mi sangre troncaba su voluntad.
ResponderEliminarUn deseo se hizo dueño de mi mirada y solo veía silencio en la música mas bella.
#CriticaConstructivaDeConmerito.. Sonrie mueh con lo bonita que ereh coño!
Yo sonrío, no te rayes amor, que esto es sólo que me ha salido escuchando música. Mi Conmérito, como te echo de menos.
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