sábado, 7 de septiembre de 2013

Flujo de consciencia.

Ojalá fuésemos capaz de vernos y yo tuviese el coraje de decirte todo esto a la cara, porque necesito decirlo para de una vez creerme que voy a hacerlo. Hay cosas que hay que decir para empezar a sentirlas ciertas.
Bueno, yo... Te quiero, y eso lo sabes. Te quiero muchísimo, pero no puedo seguir con esto y por mucho que lo intente siempre voy a tener ganas de besarte, y de que me abraces y sentir que el mundo me deja respirar.  Y sé que eso no va a volver a pasar, porque ya siempre estoy enfadada contigo, porque ya todo me molesta y el dolor se desbordó nuevamente. No me enfado porque no me quieras, o no me hayas querido, mi rabia constante hacia ti es porque me has decepcionado, mucho. Me has demostrado que no eres lo que yo creía que eras como persona.
Siempre estaré aquí, del mismo modo que lo harás tú. Seguiremos con esto de hablarnos solo lo justo para que yo no consiga olvidarte y tú consigas recordarme de vez en cuando.
Y sé que habrá momentos en los que yo te necesite solo a ti, que habrá otros en los que yo quiera que estés solo por todo lo que has sido, y lo que eres. Y sinceramente creo que al menos te dignarás a estar en algo tan importante para mi como lo que se avecina.
...
Hay muchas cosas, tantas que no se cómo escribir pero que si estuviese frente a ti podrías entender...

Que te espero, cuando tú estés dispuesto yo trataré de estar preparada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...