Porque su lengua puede ser dulce y caramelizada, o puede venir con su lengua afilada para abrir heridas en mi alma débil o en el corazón más duro y frío.
Sea cómo sea vivo a la espera de que tu bífida lengua derrame letras sobre mi piel, que vengas y conviertas mis tormentosas lágrimas en hermosas palabras.
A ti, por las madrugadas en as que me dejas gritando que te necesito y por las mañanas con los ojos hinchados tras haber estado toda la noche en vela, jugando a reconstruir las frases que me entregas desordenadas. Por doblegarme ante tu llanto y temerle a tu sonrisa.
Tú, que me recuerdas que sigo viva acariciando cada cicatriz, echando sal cuando una nueva llaga abre mi piel para luego cerrarla con un beso.
Y es que si no estuvieras en mi vida tendría tanto dolor encerrado, comiéndome, pudriendo cada esquina de mi cuerpo, cada resquicio de mi vulnerable psique.
A mi musa de fuego, Ilitia, con todo el odio que cabe en el amor que te tengo. Al dolor que tu saliva provoca a mi soledad.
Sea cómo sea vivo a la espera de que tu bífida lengua derrame letras sobre mi piel, que vengas y conviertas mis tormentosas lágrimas en hermosas palabras.
A ti, por las madrugadas en as que me dejas gritando que te necesito y por las mañanas con los ojos hinchados tras haber estado toda la noche en vela, jugando a reconstruir las frases que me entregas desordenadas. Por doblegarme ante tu llanto y temerle a tu sonrisa.
Tú, que me recuerdas que sigo viva acariciando cada cicatriz, echando sal cuando una nueva llaga abre mi piel para luego cerrarla con un beso.
Y es que si no estuvieras en mi vida tendría tanto dolor encerrado, comiéndome, pudriendo cada esquina de mi cuerpo, cada resquicio de mi vulnerable psique.
A mi musa de fuego, Ilitia, con todo el odio que cabe en el amor que te tengo. Al dolor que tu saliva provoca a mi soledad.
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