viernes, 16 de abril de 2010

Aleixo.

Aleixo, debería ser un gran hombre ya que Oriane se enamoró de él. Pero es grande a su manera…
Él.
Él tiene 21 años y nunca le gustó estudiar así que desde muy joven trabaja en lo que le sale. Ahora trabaja en una papelería. Siempre tiene un cigarro en la boca, cuando está con ella fuma menos porque sabe que lo detesta, y le gusta verla sonreír. Es un chico arrogante, ya que su vida nunca fue fácil. Le gusta reírse de los defectos ajenos porque de este modo se siente más seguro de sí mismo. Tiene una sonrisa traviesa siempre en la cara y Oriane solo lo ha visto llorar dos veces.
El sueña con encontrar quien le quiera y no tenga miedo a envejecer a su lado. Sabe que Oriane lo ama con todo su alma pero él tiene miedo de no poder hacerla feliz. Aleixo quiere que Oriane sea quien envejezca junto a él.
Tiene miedos, muchos miedo que nunca confesará, porque con hombre debe tener valor y poder con todo. Su risa es capaz de poner nervioso a cualquiera que lo escuche, exceptuando a Oriane quién esta locamente rendida a esos momentos en los que los dos reían juntos. Sabe dar abrazos muy cálidos, a veces sus ojos brillan con ilusión y aunque siempre dice que no espera nada de nadie no puede evitar sentirse herido cuando sale fuera de la ciudad a trabajar y sus amigos no le llaman. Y cuando llega y la ve esperándolo en la estación la abraza a modo de agradecimiento, pues sabe que nada la hace más feliz que su abrazo.
A Aleixo, aunque no lo exprese, le duelen las cosas. Le duele muchísimo ver como Oriane se rompe de repente y le dice que no es importante para él, puede entender que crea que no la quiere pero no puede quedarse intacto si de verdad piensa que no le importa cuando quizá sea una de las personas sin las que estaría perdido. Si lo miras bien aprendes a ver en su rostro impasible cuando se siente decepcionado, cuando le duele algo, cuando lo estás haciendo feliz, porque aunque todos digan que siempre tiene cara de enfado sus ojos no siempre son iguales. No son dulces, la verdad que pocas veces puedes atisbar dulzura en ellos, son tristes. Son los ojos más tristes que jamás vi. Son grandes, de un bonito color miel y con unas pestañas largas que los hacen más irresistibles. Su mirada es profunda y penetrante, y cuando quiere puede transmitir todo lo que siente. Incluso a veces lo transmite sin querer, creo que es porque como nunca dice esas cosas se le escapan.
¿Qué cuando llora? Llora cuando siente lejos a su familia, es precioso que eche de menos a su familia. Llora cuando habla de sus sentimientos con Oriane, en realidad los dos han llorado hablando de lo que sienten hacia el otro. Pero es normal que lloren puesto que saben que por mucho amor que se tengan no puede ser, no puede ser porque los dos tienen miedo a perderse. Y a pesar de no poder soportar la idea de estar lejos de ella entra y sale de su vida como se le antoja. La verdad es que siempre vuelve porque la necesita, porque sin sus abrazos espontáneos y sus te quiero a destiempo la vida ya no parece tener sentido. El problema de intentar alejarla es que ella nunca se cansa de correr y que realmente no quiere que esté lejos, porque aunque una vez le dijo que podía tener al hombre que quisiera, se siente afortunado de ser el hombre que ella quiere.
Ahora están muy lejos, y no me refiero a físicamente. Pero Oriane sabe que volverán a unirse sus bocas, y que ya no tendrá que llorar abrazando su foto. Y Aleixo no puede negar que muere por verla sonreír, aunque sea a escondidas.


La verdad es que cuando vi a Aleixo y Oriane llorar juntos, y no poder si quiera darse la mano quise desordenar la tierra y volver a unirlos. Se me rompió el corazón al presenciar tal escena. Si ella es un ángel, él es un demonio; pero que importa eso si están enamorados.

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