lunes, 24 de enero de 2011

Cobarde.


Perder el rumbo, y quedarte ahí, parado riéndote de aquellos que aun luchan por algo que no van a conseguir. Mofándote de la ilusión ajena.
¿Por qué?
Pues porque tú ya la has perdido, ya no le ves la gracia a eso de intentarlo, ya no crees que puedas ser feliz... Y dudas de que ellos lo vayan a conseguir...
Pero es que no es así, ellos tienen muchas más oportunidades de conseguir su felicidad que alguien que se ha vencido y que apenas está en el comienzo de la batalla...Los combates no se abandonan, eso es de cobardes.
Tal vez...Tal  vez yo sea cobarde por naturaleza.

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