sábado, 17 de diciembre de 2011

Guerras.

La guerra no se acaba cuando uno de los dos gana, la guerra continua si de verdad quieres mantener eso que ganaste.

Oriane volvía a morir por dentro, pero esta vez pidió ayuda. Para qué si esa ayuda acabo de matarla. Sam, el que siempre le pedía que contase con él, la dejó morir. Su decisión, lo que creyó mejor fue dejarla desangrarse poco a poco, que derramase cada gotita de vida que le quedaba. Ahora estaba igual que aquel febrero en que se rompió, la diferencia es que esta vez nadie ha intentado salvarla. Nadie a intentado salvarla de ahogarse en la almohada, de los te odio, de los no deberías haber nacido...
¿Qué si Oriane sabía fingir que se moría? Puede, pero es que Sam tampoco se preocupaba de mirar como estaba; sabía perfectamente donde tenía que buscar para saberlo...

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