viernes, 6 de enero de 2012

Impulso.

-Sam.- Dijo abriendo los ojos, sonriendo. Y saltó de la cama.
Por alguna extraña razón Oriane había despertado con mucha energía, y quería ver los ojos verdes. Cogió su radio y se la llevo al baño para escuchar música y cantar en la ducha. Disfrutaba de cada gota de agua que corría por su cuerpo. Salió y se puso su albornoz rosa, yendo de nuevo a su habitación. ¿Qué ponerse? Quería impresionar a ese que no salía de su mente.
-¡Eso es!- exclamó mientras sacaba de su armario un vestido morado y una chaqueta gris. - Ahora solo falta que me peine.
Sacó de su funda el secador, lo enchufó, e hizo lo mismo con la plancha del pelo. Se lo seco y se aliso la parte de delante de su pelo y el flequillo. Se puso el flequillo hacia el lado y las puntas de cada capa hacia fuera. Se pintó los ojos con sombra morada ahumada, un pequeño marco negro que marcara sus almendrados ojos, máscara de pestañas con efecto longitud. Pintalabios rosa.
-Aun me falta un poco de polvos en las mejillas- dijo mientras tomaba de nuevo la brocha y los coloretes.
Se puso el vestido y los tacones negros, y se echo su colonia. La que le gustaba a Sam. Camino a su Mini Coupé morado se encendió uno de esos cigarrillos que le hacían sonreír, pero al llegar al coche lo apagó. No le gusta que fumen en su coche. Encendió la radió y se puso un disco con canciones de discotecas de cuando ella empezó a salir por las noches. Fue cantando todo el camino, y al llegar a la puerta de Sam hizo sonar su claxon.
-¿Qué haces aquí?- preguntó sin entender que ella hubiese ido a buscarlo a su casa en la situación en la que los dos se encontraban.
-Sube, que te invito a comer.- Contestó y, al finalizar la invitación en forma de orden, guiñó un ojo.
Y así fue, Oriane llevó a "su chico" a comer a un restaurante italiano, después fueron a la casa de los mil libros. Subieron a la habitación de ella y poco a poco se despojaron de sus ropas... A la hora de la merienda bajaron al porche, y mientras ella hacía café con gofres para dos él la miraba a través de la ventana.

2 comentarios:

  1. Miro diariamente (creo) tu blog pues desde que a empezado el año todas tus entradas las e liedo medio borracho (casualidades), pero ahora que soy sincero , te pido que escribas mas a menudo por favor ,me es interesante ver nuevas lineas escritas . =)

    ResponderEliminar
  2. Bueno, escribo cada vez que puedo...No siempre tengo el tiempo y la fuerza necesaria para escribir...Me encanta escribir, y me canta que me leas y me comentes (creo que eres mi único lector). Espero que me leas sin estar borracho pronto, y también tus comentarios.
    Un besito, mi anonimo. =)

    ResponderEliminar

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...