lunes, 2 de enero de 2012

Motivo.

Tanto tiempo buscando algo que cambiase su vida, encontrarlo, y, ahora, Oriane volvía a estar sola... Como siempre... Volvía a creer que estar sola era lo suyo, que no habría nadie que la entendiera y supiera quedarse a su lado...
Y es que aquella noche se sintió repentinamente extraña compartiendo la cama con Sam, aquel al que ama.
Es cierto que no había acabado del todo, que solo habían dado un paso; tal vez hacia atrás, pero un paso al fin y al cabo...
Esa cama era muy grande y estaba muy lejos de lo que le hacía sentir segura, intentó ir a otra parte de la casa, pero Oriane no podía pasar por casi ninguna habitación sin recordar tantas cosas...Tantos besos, tantas palabras...Cosas que sentía que perdía, que se acababan, y que sobre todo temía que se las llevara otra. Y ella se quedara sin nada, porque el cien por cien de lo que quedaba se lo había regalado...Aunque no podía pedirle que se quedara con ella, moría por hacerlo. Por decirle todo lo que siente, todo el miedo que le da que bese a otra. Pero no lo haría, no haría nada que le impidiera a Sam jugar, como es lo propio en los jóvenes...Que ella estuviese cansada de no ser nada no quita que a él le gustase eso...Y ahora ella se sentía así: como si fuese la nada de Sam.

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De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...