viernes, 15 de mayo de 2020

Dame cinco minutos de tu vida, por favor.

Puede que nunca vayamos a funcionar juntos, pero es que tampoco funciono sin ti.

Lo sé porque eres la única persona a la que le he dicho "dame cinco minutos de tu vida, por favor." , cuando yo no podía sostener el peso de la mía en mis hombros. 

Ojalá no fuese tan difícil. 

Nunca vas a echarme con la fuerza suficiente como para que yo ya no sepa volver, porque tú tampoco podrías recogerme de nuevo.

Hace mucho que no te digo un "te quiero"; tal vez porque me di por vencida, tal vez porque ese amor ha cambiado y no necesito decirlo. El universo entero lo sabe. Sea como fuere, he aceptado como somos con una calma que a mí misma me sorprende.

Probablemente volvamos a abrazarnos, o no.
Quizá alguna noche volvamos a dormir juntos, y yo vuelva a despertarme antes que tú para que nunca sepas que, cuando los nervios se rinden al sueño, te abrazo.

Ojala vuelva a escucharte hablar de esas cosas que sólo tú eres capaz de lograr que me interesen, dejándome fascinada una vez más.

No dejes de alumbrarme.

Eres mi luna en cuarto menguante.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...