domingo, 10 de mayo de 2020

Volvimos a hacer una tontería.

Ahí estaba yo.
Desnuda en tu cama, otra vez.
Con mi nuevo cuerpo, no el que viste la última vez. Mi nuevo cuerpo, ese en el que aún no logro encontrarme del todo.

Me mirabas con un amor que nunca antes había visto en tus ojos. Al menos no conmigo.

Hablábamos; mientras yo trataba que no notases que ya no me siento segura en mí, y de pronto lames un tatuaje en el que nadie se ha fijado nunca. Me río.

-¿Qué le digo a la gente cuando me pregunte porqué te has tatuado eso?

Lo preguntas y no estoy segura de si es un reproche.

-Dile que me pregunten a mí, que es cosa mía, que estoy loca.

Seguimos ahí, como si no supiésemos que hemos vuelto a hacer una tontería. Pero si lo sabemos, aunque ahora no nos importa.

Se acaba el tiempo que tenemos para estar juntos.

Te abrazo en la cocina. Me abrazas en la cocina.

-Nunca había estado en tu cocina.

Te beso mil veces antes de irme.

-Vas a llegar tarde, besucona.

No me importa llegar tarde, quiero quedarme ahí. Necesito quedarme ahí.
Te beso otras mil veces.
Me miro en el espejo antes de irme.

-Estás muy guapa.

No pienso lo mismo, pero sonrío.

Un último beso antes de separarnos.

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