jueves, 10 de marzo de 2011

Mala costumbre.

Verte y ni siquiera saludarnos, o incluso saber que me miras y que me de miedo mirar directamente a tus ojos...Pero hoy, aunque como dijiste desaparecerías, quiero decirte que el miedo a que saliera mal hizo que ni siquiera lo intentásemos. Supongo que fue lo mejor. Ahora demuestras lo cobarde que eres, tu falta de valor -lo que para un romano significaría falta de virilidad, ¿curioso no?- y yo muestro mi fuerza, una vez más mi capacidad de ignorar los sentimientos y es que tengo fuerza de sobra para mantenerlos en el subsuelo.
¿La peor costumbre? Esa de fingir que no duele, de decir que no pasa nada y sonreír cuando no nos apetece o, tal vez, esa de sentirnos tan importantes como para mermar la felicidad de otra persona. Para al final acabar todos igual de heridos...
Estos humanos, siempre tan prepotentes, egocéntricos, egoístas y estúpidos. La maldita costumbre de necesitar a los demás...

1 comentario:

  1. No sabía que tuvieras una cacharro de estos! :)
    Bueno, ya sabes quién soy jaja :)
    Un beso bombón rojito.

    ResponderEliminar

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...