Quizá sea solo que se había vuelto fría o quizá sea que realmente no merece la pena sentir todo lo que ella sentía... Pero la verdad es que ella ya no era lo que la gente estaba acostumbrada a que fuese. Simplemente se había cansado, se había cansado de soportar y callar, se había cansado de leer a todos hasta lograr entenderlos. Se había cansado de perdonar. También había perdido la fe, ya no creía en nada de lo que había llegado a sentir. Tal vez, después de tanto tiempo queriendo librarse de los sentimientos se haya vuelto una escéptica sentimental.
Y ahora mira al espejo con menos amor que a la lluvia.
Y ahora mira al espejo con menos amor que a la lluvia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario