miércoles, 3 de noviembre de 2010

Cantabria. (Parte I)

Oriane decidió de una vez por toda irse a pasar un fin de semana a casa de su amigo Denis, pero al llegar a Cantabria algo la hizo querer volver a casa: Aleixo.
Sí, él también conoce a Denis pero Oriane nunca pensó que iría a verlo. Pero allí estaban, los dos en casa de Denis y solo dos camas...
Disposición para dormir difícil; Aleixo no podía dormir en el sofá por problemas de espalda, y Denis no pensaba dejar que Oriane durmiera en el salón...
-No importa, Denis. Podemos dormir juntos tú y yo, si no te importa.
-No, claro que no me importa pero yo tengo que levantarme a las seis para ir a trabajar.
-Entonces que duerma conmigo.-concluyó Aleixo.

Esa noche estuvieron viendo la televisión hasta tarde, y jugando a "ocalimocho". Lo último que Oriane recuerda es reírse, reírse mucho con Denis y con Aleixo.
A las doce de la mañana siguiente una dulce melodía que decía "sueña que no existen fronteras, ni amor sin barreras..." rompió el silencio de la casa. Era el móvil de Oriane.
-¡Coño, mi teléfono!-saltó de la cama y tan pronto como descubrió su tímida desnudez cogió del suelo su camisón y se lo puso. No le dio tiempo de descolgar.
Al darse la vuelta para coger la ropa e irse a la ducha algo le hizo saltar del susto.
-¿No me das un beso?-Oriane se giró y respondió con una mueca. Salió de la habitación y cuando llegó al salón con su radiante sonrisa, sonrisa que solo le provocaba un buen polvo, se encontró con Aleixo aun en calzoncillos. Este se levantó del sofá dejando la magdalena a medias y fue al encuentro del ruido de tacones que hacían sus botas marrones. La besó.
-¿Pero a qué viene todo esto?
-Bueno parece que anoche se esfumó la tensión entre nosotros...
-Anoche era anoche, Aleixo. Supiste aprovechar que había bebido algo más de la cuenta y yo dejé que todo pasara. La culpa es de los dos pero no puedes creer que ahora todo será perfecto.
-Yo quiero que sea así.
-Puedes querer lo que sea, pero la realidad no es así...No voy a negar que me ha gustado, porque sería mentir deliberadamente...
-Entonces, ¿dónde está el problema?
-Pues en que no puedo Aleixo, joder. Que no puedo creerme otra vez todos tus cuentos. Bueno, me voy a dar una vuelta a conocer la ciudad, tú deberías ducharte y vestirte.
-Espérame y voy contigo.- sonrió, provocando que algo se moviese dentro de Oriane.
-Tienes hasta que desayune.

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De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...