sábado, 20 de noviembre de 2010

Cantabria. (Parte III)

Sin decir nada más Oriane salió de la casa y Aleixo la siguió. Fueron a comprar comida para Oriane y después a la playa; ella quería ir Aleixo pretendía conseguir de ella todo cuanto quisiese, como había hecho hasta ahora.
Tras una hora y media de paseo por la playa gris y solitaria, Oriane decidió que le daba pena ver como al que siempre iba a querer por mucho que le disgustara estaba pasando frío.
Una vez en casa ella se puso a pasar apuntes a limpio, y a pesar de haberse ido para estar lejos de su vida no pudo evitar conectarse a internet y mandarle mensajes a sus amigos, que le contestarían en cuanto lo vieran. Él se puso a ver la televisión, como un gran hombre de casa. Pasado un rato Oriane descubrió que él  no iba a arreglar nada de la casa, de modo que comenzó a recoger y limpiar. La verdad es que le quedó muy bien.
Cuando quiso darse cuenta era la hora de que Denis volviera a casa del trabajo, y a decir verdad se dio cuenta porque entró en el momento que ella se disponía a hacer la comida. Como es propio de ella fue corriendo a darle un abrazo, él le respondió al abrazo sin ningún tipo de reproche.
Oriane se pasó los días estudiando hasta que llegaba Denis, ignorando cada vez que Aleixo le pedía un beso, intentando que su corazón no se acelerara cuando él la abrazaba...Ella había ido hasta allí para estar con Denis y se había encontrado con tener que esquivar a Aleixo cada hora del día, soportando la discusión de cada noche porque ella dormía con Denis y no con él.

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De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...