sábado, 20 de noviembre de 2010

Denis.

Denis es un chico que siempre vivió en el barrio de Oriane, pero por desgracia ellos no se conocieron hasta dos meses antes de que él tuviese que irse a Cantabria a trabajar como fontanero.

Siempre tiene aspecto desaliñado, pero en realidad da a su imagen el mismo tiempo que Oriane; que no es poco. Se autodefine como feo, pero si le preguntas a ella te dirá que es el más lindo que conoce; es su moreno.

Físicamente es común: alto, pelo rizado que se sujeta a un cintillo, para dejar que sus ojos verdes puedan mirar a Oriane y decirle lo buena que está, tiene una bonita sonrisa que el acero parte en dos. Sonrisa, eso es lo que provoca en Oriane cuando piensa en él, cuando discuten sobre sus aspectos, o cuando, simplemente, hablan mientras pasan la tarde ante una pantalla azul.

Pensaba en Oriane como alguien ideal, del mismo modo que ella en él. Sabía que Oriane no era una niña típica pegajosa, y tal vez fuese eso lo que la hacía tan especial para él; eso y que era como un caramelo que alguien le daba y le quitaba constantemente.

Le gustaba la fiesta con su gente, viajar y las serpientes. Lo mejor de las fiestas en su sitio era que sabía que en cualquier momento aparecería ella, con un vestido que enseñara casi toda su pierna pero nada de su escote, y que los tacones a juegos saldrían a correr en busca de un abrazo que por supuesto encontraría en aquellos desaliñados ojos verdes.

Tenían cosas solo de ellos: tenían "Morena mía", a los canis del barrio, discusiones tontas abrazos porque sí, vídeo-llamadas cada tarde, tenían que casarse,, tenían quererse (aunque tal vez no e quisieran del mismo modo), tenían lavar el coche juntos, una pelea pendiente, que visitarse, paseos por el centro, tenían horarios incompatibles que compatibilizaban. Pero sobre todas las cosas, lo dos tenían la ilusión de ser viejos y seguir teniendo todo aquello.

Denis no es como los demás tíos que Oriane conoce, él la veía como mucho más que alguien con quien pasar la noche. Para él ella merecía más que nadie que la quisieran. Él creía que Oriane nunca se daría cuenta de lo que siente por ella,, pero tal vez su morena ya lo supiese y no le dice nada por miedo a perderle...

A los ojos de Oriane él tampoco era como los demás; Denis era el único que ella sentía capaz de hacerla feliz, pero no podía decírselo a nadie, ni tampoco podía pedirle que lo intentara porque no se sentía con fuerzas de dejarse querer y dar algo a cambio de toda la felicidad que le aportaría tenerlo a su lado.

Y es que es normal que a Orine le encante estar con Denis, porque es como si todos sus problemas no existieran y solo estuviesen ellos dos en el mundo.

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