jueves, 3 de junio de 2010

Las alas del viento.

Y robé las alas al viento y ahora puedo ir donde me apetezca. Además son alas que nadie me podrá cortar nunca porque en cuanto el viento note las intenciones de cortarlas hará que se abran y me lleven a algún lugar donde pueda volver a verte y no sentir deseos de abrazarte...

Sí, sé que esto no tiene ningún sentido. Que por más que nos evitemos tú vas a seguir estando en mi del mismo modo que yo en ti, aunque solamente sea por pensar sitios donde no vayamos a encontrarnos. Y decir:"No quiero que nos encontremos", y acto seguido entrar en el pub en el que creo que te encontraré.

Pero qué ridícula eres Olguita...

No, en realidad lo que pasa es que quiero despedirme en condiciones de algo que marco mi vida de forma inconstante y repentina, dulce y dolorosa.

Pero ahora tengo alas, y salgo a volar sin despedirme. Y es que nunca me gustaron las despedidas y evitándola puedo volver cuando quiera. Puedo volver para intentar hacerte sonreír cuando te apetece llorar, para abrazarte cuando te entras ganas de salir a correr, para dejarte solo cuando quieres estar con todos, para recordarte que tus amigos están ahí cuando todos te han fallado...Para lo mismo de siempre, para que me joda no poderte perder...

Sí, todo empieza a tener sentido cuando lo miras todo con ojos objetivos y apartas los sentimientos.

Y cojo mis alas de viento y me voy, por ahí de paseo para hablar con mis ángeles.

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De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...