martes, 15 de junio de 2010

LLorando.

Llegó a casa tras un día de estudio intenso y una noche de fiesta con desconocidos, casi como un acto involuntario sacó de debajo de la almohada la carpeta donde soía guardar todo lo que escribía sin recordar que ella misma había incluido un apartado cuyo titulo era "Él..." Cerro la carpeta enfadada, se quitó el vestido y se metió en la cama.

Cinco minutos después estaba sentada escribiendo algo a quien la había hecho no poder dormir tantas noches.

"Hola.

Bueno sé que prometí no volver a escribirte, pero de ti he aprendido a no cumplir las promesas. Y siento no ser capaz de cumplir esta promesa, porque al fin y al cabo la única persona que puede salir herida de esta traición soy yo."

Se enfadó, arrugó el papel y lo tiró por la ventana; llorando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...