martes, 12 de enero de 2010

Estoy muy enfadada.

Estoy tan enfadada contigo que no voy a preocuparme ni un segundo más por si sigues vivo; pero tranquilo tampoco te desearé nada malo.
Espero que todo te salga como tenga que salirte, ni mejor ni peor. Que obtengas lo que te merezcas que a mi opinión es ser indiferente para todos los que estuvieron siempre demostrando que te querian...
¿Y sabes una cosa? Aunque me consideres estúpida-porque te he demostrado que te quiero mil veces sin motivo alguno- deseo que seas muy feliz con Esther, de verdad. Deseo que te haga el amor cada vez que os mireis, que te deje tonto con una mirada y que te quiera la mitad de lo que yo te quise.
Si, he dicho quise y es que ya no queda nada. Tú solito te encargaste de romperlo todo.
Era, era como un cristal. Un cristal al que cada vez que matabas mi ilusión le salia una pequeña grieta y ésta fue la última. Y me niego a ir a comprar un nuevo cristal. Ahora entre tú y yo hay una puerta de acero que solo yo puedo abrir.
La realidad es que no, no puedo abrirla porque tire la llave por el inodoro...
Entre tú y yo no habrá ni una palabra más.

1 comentario:

  1. Eres más bonita!

    a mi tambien me gusta como escribes tú,la verdad es que en poco tiempo has mejorado un montón (tiene que ser eso de la universidad tambien,que te tiene que curturiza entera)

    ¿Sabes que te quiero estupenda?

    ResponderEliminar

De lobos y ovejas.

¿Cuántas noches había pasado sin poder dormir? Al menos las noches que no durmió fue por entregarse al placer, por hacer lo que le apetecía...